George Burns
martes, 16 de marzo de 2010
De la estupidez humana: Cap XI

Aparentemente el tal Li Jin quería tener un panda y, ante la imposibilidad, decidió teñirle el pelo a su desafortunada mascota.
A ver... ¿donde comienza la cola para patear a Li Jin?... yo traigo hoy mis botas de punta de acero.
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